¡Siempre me llegan preguntas sobre cuidados y otras tantas dudas! Y muchas veces comienzo a responder con una pregunta: ¿modificaste el sustrato cuándo trajiste la planta del vivero? ¿Estás cumpliendo con el riego adecuado? ¿Cuánta luz natural recibe por día la planta? Por eso hoy les hablo de la importancia del trasplante cuando la planta llega a nuestra casa.
No sólo se trata de elegir un contenedor lindo y que vaya con nuestro espacio, también hay que realizarle un orificio de drenaje y colocar algunas piedritas para que no se tape.
Luego, hay que colocar una base del sustrato acorde a la planta elegida y romper ese pan que trae del vivero (una especie de ladrillo de tierra seco y duro), limpiar sin miedo un poco las raíces de la planta (si es suculenta o cactus es necesario desnudar la raíz) y colocar en la nueva maceta. Rellenar con más sustrato pero no gasta el tope.
Finalmente agregamos material de terminación {importantísimo porque funciona como aislante térmico, evita alguna aparición de plagas o de malezas} ¿Qué puede ser? Piedritas, carbón picado, arena gruesa, cortezas de pino, etc. Siempre depende de la planta que estoy trasplantando.