La Aglaonema Pattaya es originaria de las selvas tropicalas del sur de Asia. Es una planta hérbacea de carácter perenne, que pertence a la familia Araceae. Tiene un crecimiento lento (aunque muy generosa, ya que nos proporciona fácilmente nuevas hojas en sus múltiples tallos), y es de porte mediana/grande, que puede llegar a alcanzar al metro de altura. A diferencia de otras variedades de Aglaonemas, la Pattaya tiene hojas más anchas y grandes.
Es una planta de fácil cuidado, que crece de manera correcta en climas como el de Buenos Aires, aunque no recomendamos colocarla en exteriores debido al frío y al sol directo que puede sufrir. Es por esto que va a crecer mucho más feliz en interiores luminosos o no tan luminosos (pero siempre que haya un mínimo de claridad, dónde podamos leer un libro sin prender luz artificial). En primavera y verano, recomendamos mantener el sustrato ligeramente húmedo (no encharcado para evitar la pudrición de las raíces), y regarla cuando se seca la capa superior. En otoño e invierno, reducir un poco la frecuencia del riego, y siempre evitar que sufra corrientes de frío.
Es una planta purificadora de aire, y adaptable a diferentes niveles de luz como dijimos antes. Pero que sea una planta fácil y medio "todotorreno", no quita que esté expuesta a plagas, como pulgones y cochinilla. Por esto consideramos fundamental la prevención. Ya sea con jabón potásico o aceite de neem, o combinando ambos, recomendamos pulverizar cada 20-30 días su follaje y sustrato. Y en caso que ya esté con alguna plaga, pulverizar con dichos remedios órganicos una vez por semana, sobre las hojas y la tierra, sacar las cochinillas o pulgones con un algodon o hisopo, y volver a aplicar una vez sacados. Hacer esto al menos durante un mes hasta remover definitivamente la plaga.
En épocas activas (primavera y verano), para estimular su crecimiento, podemos aplicarle un fertilizante líquido, como por ejemplo humus de lombriz), cada 20 días. En otoño e invierno, no es tan efectiva la fertilización, pero se puede aplicar una vez al mes como complemento.
En general, casi todas las plantas tienen un cierto grado de toxicidad. La Aglaonema Pattaya es tóxica tanto para nuestras mascotas o niños en caso de que sea ingerido en grandes cantidades (no es tóxica al tacto ni al olfato). Por eso, es importante mantener la planta fuera del alcance de ellos, y estar atento a cualquier signo de indigestión o malestar estomacal.
Sí, es super importante limpiarlas, como también a la mayoría de las plantas que adaptamos a nuestro interior. Esto ayuda a su salud, y como secundario, su apariencia. El polvo y la suciedad pueden tapar los poros de las hojas, dificultando su normal respiración y su capacidad para realizar la fotosíntesis correctamente. Para realizarlo, alcanza con un paño suave humedecido en agua tibia o una solución de agua y jabón suave, y pasarlo en cada hojita. El aceite de neem rebajado con agua también es una buena forma para limpieza. No recomendamos usar aerosoles o productos químicos. Y por último, una vez hayan sido limpiadas sus hojas, secarlas suavemente para evitar que queden manchas.
Como comentamos antes, la Aglaonema Pattaya es una planta de porte mediana/grande, que hay que ir acompañando su crecimiento a medida que pasa el tiempo, pero no necesita de grandes dimensiones de macetas. Necesita estar cómoda en una maceta acorde a su tamaño
Es por esto que te recomendamos:
1 cuota de $20.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $20.000 |
3 cuotas de $6.666,67 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $20.000 |
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