El Ficus Benjamina es originario de Asia y Australia. Es un árbol con hojas brillantes ovaladas de color verde. Pertence a la familia Moraceae.
Tiene un crecimiento relativamente rápido y en maceta suele tener un porte mediano, se destaca por tener un follaje frondoso. Este ficus en particular tiene su tronco trenzado, este procedimiento se realiza de manera manual cuando la planta es joven.
Es una planta de fácil cuidado, que crece de manera correcta en climas como el de Buenos Aires, pero recomendamos ubicarla en exteriores (con o sin el rayo del sol directo). En primavera y verano, recomendamos mantener el sustrato ligeramente húmedo (no encharcado para evitar la pudrición de las raíces), y regarla cuando se seca la capa superior. En otoño e invierno, reducir la frecuencia del riego, y evitar que sufra frío.
Es una planta fuerte y fácil de cuidar. Pero que sea una planta fácil y medio "todotorreno", no quita que esté expuesta a plagas, como pulgones y cochinilla. Por esto consideramos fundamental la prevención. Ya sea con jabón potásico o aceite de neem, o combinando ambos, recomendamos pulverizar cada 20-30 días su follaje y sustrato. Y en caso que ya esté con alguna plaga, pulverizar con dichos remedios órganicos una vez por semana, sobre las hojas y la tierra, sacar las cochinillas o pulgones con un algodon o hisopo, y volver a aplicar una vez sacados. Hacer esto al menos durante un mes hasta remover definitivamente la plaga.
En épocas activas (primavera y verano), para estimular su crecimiento, podemos aplicarle un fertilizante líquido, como por ejemplo humus de lombriz), cada 20 días. En otoño e invierno, no es tan efectiva la fertilización, pero se puede aplicar una vez al mes como complemento.
En general, casi todas las plantas tienen un cierto grado de toxicidad. El ficus benjamina es tóxica tanto para nuestras mascotas o niños en caso de que sea ingerido en grandes cantidades (no es tóxica al tacto ni al olfato). Por eso, es importante mantener la planta fuera del alcance de ellos, y estar atento a cualquier signo de indigestión o malestar estomacal.
Sí, es super importante limpiarlas. Esto ayuda a su salud, y como secundario, su apariencia. El polvo y la suciedad pueden tapar los poros de las hojas, dificultando su normal respiración y su capacidad para realizar la fotosíntesis correctamente. Para realizarlo, alcanza con un paño suave humedecido en agua tibia o una solución de agua y jabón suave, y pasarlo en cada hojita. El aceite de neem rebajado con agua también es una buena forma para limpieza. No recomendamos usar aerosoles o productos químicos. Y por último, una vez hayan sido limpiadas sus hojas, secarlas suavemente para evitar que queden manchas.
Como comentamos antes, el ficus bejamina es una planta de porte mediano que puede crecer bastante con los años, hay que ir acompañando su crecimiento a medida que pasa el tiempo. Necesita estar cómoda en una maceta acorde a su tamaño
Es por esto que te recomendamos:
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